Sobreseimiento

El sobreseimiento es la decisión con la que el tribunal archiva el proceso porque considera que no hay motivos para abrir juicio oral. Puede ser solicitado por cualquiera de las partes, pero si todos los acusadores o solo el Ministerio Fiscal, en caso de no haber acusadores, lo piden, el Tribunal deberá acordarlo, aunque en este último supuesto podrá ofrecer la acción penal a los interesados e incluso dirigirse al superior jerárquico del Fiscal para que revise el criterio de su subordinado.

Este mecanismo procesal tiene una enorme relevancia dentro del derecho penal, ya que garantiza que el procedimiento no avance sin pruebas o fundamentos sólidos. De este modo, el sistema judicial evita someter a una persona a un juicio innecesario, protegiendo su derecho a la presunción de inocencia.

Además, el sobreseimiento refleja el principio de economía procesal, al impedir que los tribunales dediquen recursos a causas en las que no existen elementos suficientes para continuar. Su correcta aplicación asegura que el proceso penal se mantenga dentro de los límites de la legalidad y el respeto a los derechos fundamentales.

1. Clases de sobreseimiento

Atendiendo a la extensión, el sobreseimiento puede ser totalparcial. Respecto del primero de ellos, provoca el archivo de toda la causa penal; y con respecto al segundo, el proceso penal continúa respecto de los procesados  a los que no les favorece.

Por otro lado, teniendo en cuenta sus causas y efectos, puede ser provisionallibre.

1.1 Sobreseimiento Libre

Las causas del sobreseimiento libre están previstas en el artículo 637 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal: 1) que no existan indicios racionales de haberse cometido el hecho que motivó la incoación del sumario; 2) que el hecho no sea constitutivo de delito; y 3) que los procesados aparezcan indudablemente exentos de responsabilidad criminal.

Este tipo de sobreseimiento supone una conclusión firme del proceso, ya que el tribunal determina que no existe delito o responsabilidad penal. En consecuencia, se pone fin a la causa de forma definitiva, evitando cualquier posibilidad de reapertura.

1.2 Sobreseimiento provisional

El sobreseimiento provisional se apoya en la falta de indicios suficientes para abrir el juicio, pero también para cerrar definitivamente el proceso. Por ello, el sobreseimiento provisional deja latente el proceso a la espera de que aparezcan nuevos elementos de convicción ya sean de cargo o de descargo. Con respecto de las causas del sobreseimiento provisional están previstas en el artículo 641 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal: 1) que no quede debidamente justificada la perpetración del delito que motivó la incoación del sumario; 2) que, pese  estar acreditar la comisión del delito, no haya motivos suficientes para formular acusación contra determinada persona como responsable.

Con respecto del principal efecto de este tipo, es el archivo del sumario, sin efecto de cosa juzgada material, de tal manera que la aparición de nuevos elementos de investigación, permitiría reabrir la causa.

Finalmente, debemos hacer mención un sobreseimiento especial que prevé la Ley Orgánica del Poder Judicial en materia de justicia universal: “Las causas que en el momento de entrada en vigor de esta Ley se encuentren en tramitación por los delitos a los que se hace referencia en la misma quedarán sobreseídas hasta que no se acredite el cumplimiento de los requisitos establecidos con ella“. Así lo ha dispuesto la Sentencia del Tribunal Supremo 551/2015, de 24 de septiembre.

El sobreseimiento como garantía de justicia y seguridad jurídica

El sobreseimiento constituye una resolución judicial esencial en el proceso penal, ya que determina si una causa debe archivarse o continuar hacia el juicio oral. Su finalidad es garantizar que solo se enjuicien aquellos hechos en los que existan indicios suficientes de delito y responsabilidad penal.

La Ley de Enjuiciamiento Criminal distingue entre el sobreseimiento libre, que equivale a una absolución definitiva con efectos de cosa juzgada, y el sobreseimiento provisional, que suspende el procedimiento hasta la aparición de nuevas pruebas o indicios. Esta diferenciación resulta clave para equilibrar el derecho a la tutela judicial efectiva y la presunción de inocencia del investigado.

En definitiva, el sobreseimiento actúa como una garantía procesal frente a acusaciones infundadas y un instrumento para preservar la seguridad jurídica. Contar con un abogado penalista especializado es fundamental para orientar la estrategia procesal y asegurar que la decisión del tribunal se ajuste plenamente a derecho.

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